19/09/2014
Los trastornos del sueño son habituales en pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) y comprenden desde problemas para dormir hasta una excesiva somnolencia. Según un grupo de investigadores alemanes, su aparición podría considerarse un indicador precoz del inicio de la enfermedad.
Los autores han recordado en su estudio que hasta el 70% de pacientes con EP tienen problemas de sueño que afectan a su calidad de vida. De hecho, cuando hay una somnolencia excesiva aumenta el riesgo de caídas o lesiones, y también puede afectarse su nivel de concentración y capacidad cognitiva, incrementando el riesgo de depresión.
Los investigadores han observado que algunos trastornos del sueño se relacionan con los fármacos dopaminérgicos utilizados para tratar los síntomas motores. Así, unas dosis más bajas de levodopa o agonistas de la dopamina son capaces de mejorar la calidad del sueño, en parte mediante la reducción de los síntomas motores como hipocinesia nocturna, discinesia o temblor.
Los problemas del sueño también pueden ser precursores de una futura enfermedad neurodegenerativa porque cuando aparecen estos trastornos se da una pérdida intermitente de la relajación muscular normal durante el sueño REM y pueden aparecer comportamientos anormales, como gritar, reír o dar patadas o manotazos.
Los trastornos del sueño parecen ser un buen predictor clínico de las enfermedades neurodegenerativas emergentes con una alta especificidad y baja sensibilidad, mientras que otras características clínicas iniciales de la EP, como la disfunción olfativa y el estreñimiento, son menos específicos.
Fuente: http://www.neurologia.com